La palabra ropa deriva etimológicamente de la expresión germánica antigua raupjan (robar, saquear) que derivaría posteriormente en nuestro verbo robar y también por asimilación en "ropa", debido a que las prendas de vestir eran objeto codiciado de pillaje. Por tanto, eran esos objetos susceptibles de ser robados, quedando posteriormente reducida a las prendas personales de vestir.
De acuerdo con los arqueólogos y antropólogos, los signos de vestimenta más antiguos probablemente consistieron en pieles, cueros, hojas o pasturas, envueltas o atadas alrededor del cuerpo como protección de los elementos de la naturaleza.
Hoy en día existen muchos materiales con los que se pueden confeccionar prendas de ropa. El poliéster se distingue entre los materiales sintéticos. Entre los naturales están los de origen animal como la lana, la seda o el cuero; y dentro de los de origen vegetal se encuentra el algodón.
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